DÍA MUNDIAL DE LA LUCHA CONTRA EL SIDA / 1 DE DICIEMBRE

Cada año, el 1 de diciembre, el mundo conmemora el Día Mundial del Sida. Ese día gente de todo el mundo se une para apoyar a las personas que viven con el VIH y recordar a las que han fallecido por enfermedades relacionadas con el sida.
Establecido en 1988, el Día Mundial del Sida fue el primer día dedicado a la salud en todo el mundo. Desde entonces las agencias de las Naciones Unidas, los Gobiernos y la sociedad civil se reúnen cada año para luchar en determinadas áreas relacionadas con el VIH.

En el Día mundial de la lucha contra el Sida de 2021, la Organización Panamericana de la Salud, Oficina regional de la OMS en las Américas (OPS/OMS) se une al Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/SIDA (ONUSIDA) para enfatizar la necesidad de acabar con las inequidades que impulsan el SIDA y otras pandemias.

Sin una acción audaz contra las inequidades el mundo corre el riesgo de no alcanzar los objetivos de acabar con el SIDA para el año 2030. Esto es particularmente preocupante en América Latina y el Caribe donde, a pesar de contar con programas de tratamiento antirretroviral robustos y de larga data, el número de nuevas infecciones no ha descendido en los últimos 10 años, debido en gran parte a los complejos y difíciles cambios de comportamiento necesarios para la prevención de la transmisión, así como el gran retraso en promover la PrEP a escala suficiente.
América Latina es la región con más desigualdades en el mundo y la “Estrategia Mundial contra el Sida 2021-2026: Poner fin a las desigualdades, poner fin al Sida” así como la “Declaración política sobre el Sida” adoptada en la Reunión de Alto Nivel sobre el Sida de las Naciones Unidas de 2021 tienen como objetivo principal acabar con las desigualdades económicas, sociales, culturales y legales que obstaculizan el avance contra esta enfermedad.
Sin embargo, acabar con las desigualdades relativas al VIH exige un cambio. Las medidas políticas y de toda índole deben proteger los derechos de todas las personas y prestar especial atención a las necesidades de las comunidades más marginadas y menos favorecidas (afectadas en gran manera por el estigma y la discriminación que crean barreras en el acceso a los servicios) y necesitan de cambios estructurales que tracen un camino factible y justo para la disminución de la inequidad en salud.
Para poner fin al SIDA en el 2030 se precisa un acceso equitativo al diagnóstico de VIH ampliando las oportunidades de acceso a la prueba e implementando la autoprueba, así como el ofrecimiento de PrEP (profilaxis pre exposición al VIH) y PEP (profilaxis post exposición al VIH) de forma equitativa y universal a todas aquellas personas en riesgo sustancial de adquirir el VIH, además de iniciar el tratamiento antirretroviral de forma inmediata haciendo uso de esquemas basados en Dolutegravir y apoyando el acceso con medidas de dispensación de medicamentos durante varios meses.
El Día Mundial del Sida sigue siendo tan importante hoy como cuando empezó, y continúa recordando a la sociedad y a los Gobiernos que el VIH no ha desaparecido.

Fuente: OMS, OPS, ONU










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